Entrevista a Hernán Chiozza, alias "Microfonito" año 2009

Hernán Chiozza, locutor nacional, actor, conductor y doblador de voces, cuenta sobre el camino recorrido en su carrera y su trabajo actual.

¿Cómo surgió en vos este interés por adentrarte en el mundo del espectáculo? ¿Hay algún antecedente en tu familia? ¿Alguien te impulsó a hacerlo o fue por motu propio?

- Desde chiquito que siempre quise ser actor y estar arriba de un escenario, de hecho, primero estudié locución y después actuación. Y desde hace mucho tiempo trabajo de ambas cosas, a veces más de una que de otra. No tengo ningún antecedente en mi familia. La vocación nació conmigo.

¿Qué estudios has realizado?

- Locución en Cosal y Actuación en el taller de Agustín Alezzo.

¿Cómo iniciaste tu carrera?, ¿cuáles fueron tus primeros pasos? ¿Qué expectativas tenías cuando comenzaste?

- Mis primeros pasos: recorrí todas las radios que pude, y así logré hacer alguna suplencia, pero mi primer trabajo fijo y de lo que viví, casi exclusivamente, hasta hace muy poco es del doblaje de películas, que es una fusión perfecta de actor con locutor. Mis expectativas mínimas fueron y son poder trabajar y vivir de lo que me gusta, cosa que hago desde 1991... de ahí para arriba, todo.

¿Cómo surge la oportunidad de hacer doblajes en películas y en documentales?

- La oportunidad de hacer doblaje surge por una compañera de locución, que me pasó el teléfono del único estudio de doblaje que existía por entonces (Videorecord), llamé, me invitaron a mirar como se hacía doblaje, al tiempo me convocaron para una prueba y luego para trabajar. Empecé haciendo los murmullos de fondo, después personajes muuuy chiquitos, después secundarios hasta que llegué a los protagonicos. Fue un largo camino!

¿Tenes preferencia por algún aspecto en particular de tu profesión? (locución, actuación, conducción, entre otros).

- En cuanto a preferencias, el camino que inicié en "Mañanas informales" y que estoy continuando en "Canta Conmigo Argentina" y "Ranking M" me encanta y lo disfruto muchísimo. Poder acotar desde el off y desde allí acompañar a la conducción me divierte mucho y es un camino que me fui abriendo solo. Pero a lo que aspiro, es a conducir mi propio programa de entretenimientos. Algo que ya experimenté y me gustaría volver a tener una nueva oportunidad.

¿Cuáles fueron los trabajos más significativos para tu carrera? ¿Y para vos mismo? ¿Qué satisfacciones te ha dado?

- Los trabajos más significativos: La conducción de "Pentagrama musical" por Utilísima Satelital, La voz en off de "Mañanas informales", "Canta conmigo Argentina" y "Ranking M" en donde no sólo hago off, sino que estoy en cámara.
"Mañanas informales" y la continuidad en "Canta conmigo Argentina" me dieron y dan la satisfacción de empezar a ser reconocido.

¿Cómo fuiste construyendo el personaje que hoy en día conocemos?

- El personaje que fui construyendo soy yo mismo. Desde que iba a la escuela que me sentaba en el fondo para acotar cosas sobre lo que decían los profesores para hacer reír a mis compañeros. Y siempre me gustó hacer reír, lo hago en los programas y en la vida cotidiana de la misma manera. Hacer reír a otro es uno de los mayores placeres de mi vida.

¿Qué tal ha sido tu paso por Mañanas informales? ¿Y hoy por Canta conmigo Argentina?

- Mi paso por "Mañanas informales" y "Canta conmigo Argentina" es de pura satisfacción y realización personal. Porque en ellos hago lo que verdadera y naturalmente me sale, hacer reír sobre cosas que dicen o hacen otros.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar junto a un grande de la televisión como el señor Jorge Guinzburg?

- Trabajar junto a Jorge Guinzburg fue uno de las mejores cosas que me pasó en mi profesión. Verlo trabajar todos los días, y observarlo en todos los detalles para al mismo tiempo hacer mi trabajo es una experiencia invalorable. Jorge Guinzburg fue un grande de verdad, un talentoso en todo lo que hacía y absolutamente generoso con todos los que trabajamos con él.

¿Qué opinas sobre la nueva ley de medios audiovisuales?

- La Ley de radiodifusión vigente hay que cambiarla o modificarla. Pero no de la manera que se está haciendo, atendiendo solo los deseos del gobierno de turno, sin un debate amplio, largo y a conciencia de todas las partes intervinientes.